El sacrificio silencioso… Cortar el cordón.?
En nuestro país existen historias que pocos conocen, surgen en medio de la ignorancia y el descuido, son vividas en ocasiones en la soledad y otras en el señalamiento y el abandono; la carga resulta pesada, el cuerpo a veces no avisa, como si quisiera esconder la vergüenza y el «pecado» que se oculta en sus entrañas, producto del amor momentáneo o el abuso de lamentables experiencias que condena a muchas mujeres que se ven en un momento de su vida, vulnerables y presas ante el conflicto de llevar a cuestas un embarazo no deseado.
Decidir dar a un hijo en adopción es complicado y profundamente difícil, marcada por una mezcla de dudas, esperanza, angustia y culpa. Quienes eligen esta opción lo hacen con la convicción de ofrecerles a sus hijos una oportunidad de vida que ellas no pueden proporcionar en ese momento. Este acto de valentía y sacrificio no es sencillo y está lleno de desafíos y presiones.
La angustia por el bienestar del niño y por la separación inevitable acompaña a la madre en cada paso del camino, siempre será importante contar con alguien que contenga el dolor, pero a la vez avale la decisión para darle fuerza, apoyo emocional y de sostén.
Cortar el cordón que le une a su hijo es el paso más duro de sobrellevar, pero a la vez le dará la libertad para el inicio a una nueva vida que le permita vivir plenamente al lado de otros brazos que le cobijen y le procuren un futuro certero. Pero a la vez a ella le permita continuar con un proyecto de vida que valga la pena por su decisión. Enfrentar el duelo, la culpa y en ocasiones los señalamientos es el reto a vencer, sin embargo, el foco principal siempre será el derecho de los niños/as vivir en familia.
Valientes y poderosas son todas la mujeres que enfrentan la dura experiencia de dejar ir a sus hijos bajo condiciones adversas y contra viento y marea; tienen el derecho a decidir sobre su destino y el de sus hijos, merecen nuestro reconocimiento y apoyo en su difícil pero noble elección y encontrar fuerza para seguir adelante, con el tiempo encuentran formas de reconciliarse con su decisión para encontrar paz en sus corazones
